viernes, mayo 30, 2008

El Espacio de los Testigos de Yabraham

Esto es un coso que armamos una vez con Seba, y ahora lo retocamos un poco.

Lo subo acá para que se rían =D

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El doctor Gregorio Mocha Roma responde las inquietudes sexuales y médicas de los turbados espíritus de nuestros seguidores.

Doctor:

Soy calvo de los catorce años y aunque lo oculté astutamente durante mucho tiempo bajo sombreros, bisoñés y fingiendo tener leucemia, hoy, a la edad de los veintisiete años, me hice un implante capilar. Visto y considerando que en nuestra religión los transplantes son pecado: ¿He incurrido en grave falta?

RTA: Como le dijo Yabraham a Roldán en el desierto: “… ni cien pelos de ellos valen uno tuyo…” (libro XI, versículo XX). Con ello os corresponde diez péntacas en el infierno por cada pelo transplantado.

Haced la cuenta.

Querido guía espiritual, Dr. Mocha Roma. No revelaré mi verdadero nombre, pero espero sepa escucharme igual. La cuestión es que un mes atrás acudí a los lascivos servicios de una mujer pública. No fue premeditado; el demonio se apoderó de mi bajo vientre. Días atrás, descubrí una sucesión de ronchas purulentas que giraban en torno a mi órgano sexual y que parecen coronarlo en su ápice, sin olvidar el hediondo olor que despide. ¿Qué debo hacer? ¡Estoy desesperado!

PD: No se olvide, doctor, que yo tengo esposa, hijos y un considerable puesto en la administración pública.

RTA:

Para su cuerpo: Hacer batimento con mandioca y cáscaras de plátano brasilero en un frasco de mayonesa Helmman’s a medio usar. Dejar en reposo un día. Agregar sal gruesa y, luego, introducir el miembro afectado en la mezcla durante seis horas. Después de retirarlo, desgastar las asperezas del miembro (preferentemente tieso) con una lima.

Para su alma: No pierda tiempo y acérquese a cualquier templo de Yabraham con generosa predisposición.

Doctor y hermano Mocha Roma: Soy Alberto de Salsipuedes; Dios me ha dado larga vida, ya he pasado la barrera de los 80 y allá por el año 52 tuve mi primer y único contacto físico con otro hombre. Acercándome al final de mis días temo por la seguridad de mi alma. ¿Qué habrá de pasarme cuando atraviese el umbral de la muerte?.

RTA: Vuestro retorcido culo arderá en las llamas del infierno.

Anoche haciendo zapping en la TV, me detuve unos cinco minutos en el canal I-SAT. Al principio vi dos manchas anaranjadas que no pude distinguir, pero conforme pasaban los segundos las manchas volvieronse algo reconocible: eran dos cuerpos desnudos frotándose. ¿Qué debo hacer?

RTA: Hermano, habeis pecado y no tenéis nada que puedais hacer, al infierno os iráis.

Querido Dr. Mocha Roma: Llevo cuarenta y tres años de casado y, para avivar la llama de la pasión en mi relación con mi querida mujer, se me ocurrió pedirle que vistiera un disfraz, ¿se considera esto adulterio?, y en caso de que el atuendo fuera masculino, ¿me convierte esto en homosexual?

RTA: Sí.

Admirado Dr. Mocha Roma:

Salúdolo a usted muy atentamente para referenciarle mi experiencia tan mancillante. Quiero confesarle un extraño arte que cultivo desde mi adolescencia. Hoy tengo 45 años, y ya se me vuelve evidente que es un hábito que no podré dejar, por más que intente. Mi arte en cuestión es utilizar la suave arcilla para transformarla de una maza informe en la potencia de un miembro masculino (viril y magnífico). Debo confesar, además, que en ocasiones he sido tentado por la visión, y terminado acariciándolas y hasta inclusive dándoles un suave beso.

¿Qué debo hacer?¿Es realmente esto una falta? Cabe destacar, Dr., que nunca he incurrido en la violencia rectal, ni hacia mí ni hacia otros. Las figuras son sólo arcilla, y aunque referenciales, no son el objeto en cuestión.

RTA: Ante los ojos de Dios, es tanto carne la roja sangre como lo es la roja arcilla. Ya díjolo Yabraham al elocuentísimo Telegnosis (Tele de lejos, Gnosis de conocer): “¿Y no es acaso lo mismo, cuando lo sienten tus manos, la roja arcilla, como si apretaras el fuerte gaznate de una serpiente ciclópea?”.

martes, mayo 27, 2008

Sin Título X

Esto lo escribí en realidad en el 2002, estaba boludeando y me llamó la atención que no tenía título.. Bueno, lo releí y me causó gracia. Este era otro yo jajaja, distinto del que anda hoy.
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No aparece por ningún lugar!" gruñía y resoplaba el niño, mientras arrodillado buscando por debajo de un sillón que estaba en su sala de estar, la cual, generalmente, estaba ordenada. Pero hoy no, era un desastre, ya que él se había pasado la tarde dando vueltas toda la habitación.
Cansado y derrotado se sentó a punto de llorar: "¡no está!" gritó una vez enojado, "¡no está!", dijo fuerte una 2da vez, "...no está..." sollozó por último. Había perdido el anillo, y ahora lo buscaba por doquier, pero éste se rehusaba a aparecer como si, de verdad, no quisiese ser encontrado.
Una ardilla, juguetona, saltó sobre su ventana, luego al suelo, y con un ágil trote, llegó hasta su rodilla. Se encontró con el niño que tenía el rostro lleno de lágrimas, y éste la miró con atención, era la 1ra vez que una se le paraba tan cerca. Pero pronto recordó su anillo: "Ardilla ¿Acaso sabrías dónde encontrar mi anillito?",
preguntó sabiendo que nada le contestaría. Pero como este es un cuento mío, puedo jugar con cada personaje a mi gusto, por ello: "No" respondió el animalejo dejando atónito al pobre niño que de un salto se sentó en el sillón.
"¿Qué pasa?¿Tengo algo entre los dientes?" pregunta la ardilla.
"¡Tu hablas!"
"claro..." replica de nuevo el animal con expresión de obviedad, "ahora que está claro, dime: ¿De qué anillo hablas?"
"Es uno redondo y dorado, lo he perdido"
"¿Dónde?" preguntó ella
"Aquí..." dijo él
"¿En esta pieza?"
"No... en el mundo." respondió finalmente.
La ardilla se quedó pensativa unos momentos, y luego con aires de sabiduría dijo: "Pues es un basto lugar para buscar..."
"¿Me ayudarás?" inquirió él.
"Posiblemente..."

Ambos comenzaron a buscar. Salieron de la casa y continuaron su búsqueda. Pronto habían cubierto todo el barrio, y luego la ciudad, y el anillo, seguía sin aparecer. En eso se acerca un búho, que mira a la ardilla con grotezco apetito, pero luego ve al muchacho, que es más grande de lo que podría comer, o tratar de vencer, por ello se limita a decir: "oh, un niño y un ardilla ¿qué los trae por aquí?"

"Él es un niño y yo un ardilla. Hemos venido a buscar un anillo" explicó el animalejo dando un salto al frente.
"Vaya vaya, ¡qué pareja más inusual!" burlaba el Búho mientras volaba en círculos sobre sus cabezas. Luego se asentó y se acercó al muchachito:
"¿Es tuyo ese anillo?"
"Era mío, y lo perdí... ¿sigue siéndolo?"
El búho pensó contrariado, mas luego retomó su anciana sabiduría y explicó:
"Lo tuyo es tuyo, tanto como mío, pequeño, y será de quien lo encuentre"
"entiendo, y es justo. Yo lo encontré hace tiempo, pero ahora lo perdí."
El búho satisfecho por su respuesta, de un impulso salió volando. Ahora iba en busca de un anillo, y ya eran 3.

Siguieron rumbo el muchacho y la ardilla, y se perdieron en un campo desértico, buscando el dorado anillo. La ardilla sentía mucho calor, por eso el chico la puso en su bolsillo, allí había sombra y era más fresco que el suelo. La joya no aparecía, y el tiempo se volvía eterno y el calor insoportable. Pronto alguien les habló:
"pst" chistó algo a sus espaldas "por aquí, chico, ¿qué te trae por estos lugares?" la voz tenía acento cubano.
El muchacho miró a su derecha, dónde vio sólo a una lagartija, pero luego de hablar con un búho y un ardilla, ésto no le sorprendió demasiado.
"Hola, don lagartijo, son un chico, y ésta es un ardilla. Ambos buscamos un anillo. Además el búho lo está haciendo, dice que será de quien lo encuentre, porque yo lo perdí pero antes lo encontré."
"El búho es muy sabio..." comenzó a decir la lagartija, "pero es además un embustero. No confíes tanto en él. Además, si le escuchas, te confundirás: ustedes son dos, si lo encuentran ¿de quién será?"

Ardilla y muchacho se miraron pensativos. Finalmente el niño dijo:
"Es un anillo mágico. Cuando lo encuentran personas en grupo, se multiplica para que todos tengan uno."
"¿Es eso cierto?" preguntó el lagartijo.
"Sí"
"Bien, entonces, iré con ustedes." replicó sonriente el extraño lagartijo.

Muchacho, ardilla y lagartijo, marcharon en busca de la pequeña joya. Mas pronto ya habían buscado en todo el continente, y no había rastros del anillo. La lagartija se impacientó, y preguntó:
"Muchacho... ¿Cómo es esa joya?¿Brilla?¿Hace ruido?"
"Hmmm, esa joya es mágica, como le dije antes. Tiene el poder multiplicarse para que todos los que la encuentran se lleven una parte, y además, tiene la facultad de liberar todo lo que toca. Brillar, brilla mucho, pero sólo se la puede ver cuando se la encuentra..."
"No lo entiendo ¿cómo planeas que encontremos algo que sólo brilla cuando ya se lo ha encontrado?"
"No lo sé, señor lagartijo, yo no planeo nada, sólo busco. Si no desea acompañarnos, no tiene porqué hacerlo." dijo un tanto sorprendido de la queja del animal.
"Oh, no, claro que deseo ir... sólo trataba de traer coherencia a la situación."

¿Coherencia? Un muchacho charlando con dos animales de bolsillo en búsqueda de un anillo mágico... ¿Coherencia?. El búho apareció desde el cielo y se paró al lado del muchacho y sus amigos:
"Niño, me has engañado. Ya he recorrido todo el mundo, y no he encontrado nada."
"Sucede que sólo brilla cuando ya la has encontrado" dijo la lagartija, con aires de doctor.
"Eso no tiene sentido. Me están tratando de engañar" dijo el búho.
"¿Qué ganaríamos engañándole, señor búho?"
El pájaro lo pensó un momento, y luego respondió:
"De acuerdo, iré con ustedes, sólo para estar seguro de que no me engañan."

Siguieron recorriendo muchas partes del mundo, pero el anillo no aparecía por ningún lugar. El niño seguía buscando, y los años pasaban, los animalitos se impacientaban, y nada sucedía.

Pronto el niño ya no fue niño, y se transformó en un hombre. Y los animales le miraron extrañados:
"¿Por qué has cambiado?"
Él los mira, y no responde, se queda pensativo, y ya casi no los escucha, mas por poco casi se pierde, pero recobró la coherencia:
"Lo había olvidado..."
"Lo sabía, me quiso engañar"
"¿Qué facultad mágica faltaba?"
"¿No lo habías perdido?"
El niño mira a los 3 animales, y dice:
"Nada de eso. El anillo no está en el mundo, está aquí" saca del bolsillo de su camisa, una joya, que de repente, comienza a resplandecer.
"¡Qué bonita!" dice la ardilla.
"¿Qué es bonito?¿es invisible también?" el lagartijo pregunta.
"Yo no veo nada, me estás engañando." se queja el búho.

El niño toma la joya, y se la da a la ardilla. Esta la recibe, y se la pone en el dedo. El niño dice luego:
"Ahora lo recuerdo. Es muy bonito ¿verdad?"
"Sí que lo es."
"¡Es fantásticamente invisible!"
"¿Qué le has dado? Yo también quiero, para qué pasé todo este tiempo con.. ¿y el hombre?"
"El hombre es niño, búho" dijo el muchachito. "Adios, ardilla, gracias por todo." el niño se marchó, volando, y la ardilla también voló. Mas el búho y el lagartijo allí quedaron, buscando, buscando…

sábado, mayo 24, 2008

Una vez iba por un bosque caminando, era oscuro, pero bonito,de alguna forma. Había muchos tipos de plantas. Arboles altos y bonitos, con ojas grandes y brillantes.

Brillantes, ante la luz de la luna, aunque la mayoría se encontraba en sombras.

En eso veo un destello.. O eso pensé al principio, me acerco y era un animalito muy curioso.

Me miró intrigado.. O intrigada, más bien, era una especie de .. Ave? no, no.. tenía alas de bichito, las movía rápido, tan rápido que no alcanzaba a verlas

y cuerpecito de persona, pequeño pequeñito, cual mariposa

creo que me sonrió, no te mentiré, era tan menuda su carita, que no podía distinguir.

Y salió disparada por los aires, volando a toda velocidad

¡a seguí corriendo! Como pude, con todas mis fuerzas ¡Dios qué rápida era! Finalmente, sin darme cuenta, salí a un enorme claro, donde millares de otras criaturas se paseaban de aquí para allá

Eran duendes, hoy lo sé, pero en aquel entonces no era tan.. "sabio".

Unos eran grandes, de mi tamaño, otros pequeños, inclusive más pequeños que mi "guía", del tamaño de una mariquita. Otros eran feos, peludos y grotescos, pero no parecían malvados. Como buenos duendes, sólo juguetones.

Me empecé a mezclar entre ellos, y me recibieron bien.. Aunque no todos, debo confesar. Y con el paso del tiempo, algo sucedió.

Poco a poco empecé a cambiar, y aunque yo hoy soy humano, en aquel entonces me parecía más a un duende, que a un hombre.

Me crecieron las orejas, y me cambió la voz

La risa se me volvió natural, era como respirar.

Entonces me pasó lo que hace a esta historia, extraña por sobre todas, porque en muchos cuentos se describen los duendes, y muchas personas se mezclan con ellos, y eso no es raro, ni para tí ni para mí.

Entonces me pasó, lo que de verdad me extrañó. Entre los duendes había, una niña extraña, más rara que un hada, sin dudas. Hablaba fuerte, apasionada ¡gritando casi! Pero respetuosa...

Y hablaba de cosas, que yo poco sabía, y me intrigó, y me acercé, y hablamos.

Y yo le conté cosas que ella no sabía, y ella me contó cosas que no sabía. En fin... Supimos lo que no sabíamos, y sabiendo esto, supimos que podíamos saber....

Y luego le dije un día: ven conmigo, este lugar ya me aburre, sigamos viaje, y dejemos que las hadas jueguen con los hados...

Asintió, y nos largamos de allí...

viernes, mayo 16, 2008

heh


Alguna malevosidad estaba pensando éste cuando lo dibujé, pero no se me ocurrió preguntarle cuál era...

miércoles, mayo 14, 2008

cómo cuesta dibujar con mouse :S

domingo, mayo 11, 2008

La Ventana XII

pero papá, mi cómic siempre fue de puto, o sea, me sorprende que recién ahora te des cuenta.
Aunque en una de esas recién ahora te nació resaltarlo, igual, para los que no sabían: mi cómic es de puto jajajaj

sábado, mayo 10, 2008

viernes, mayo 09, 2008

La Ventana X

continuará =9,
el procesamiento de emociones y pensamientaciones, provoca que uno sea hoy un uno, y mañana un otro.

lunes, mayo 05, 2008

viernes, mayo 02, 2008

ASDADAS!!!! =OOO

SE LOGRO EN BUENOS AIRES
Logran borrar recuerdos
Una investigación realizada por científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y la de Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, cuyos resultados aparecieron en la revista The Journal of Neuroscience, logró inhibir en animales un mecanismo que permite guardar los recuerdos para que no se borren. "Una proteína, NF-kB, participa tanto en el proceso de consolidación como en el de reconsolidación de la memoria" dijo el doctor Arturo Romano. En el futuro, la técnica se usaría para tratar fobias y estrés postraumático.

!!
lo leí en la nación.. pero, te imaginás, boludo?? jajaja