domingo, mayo 05, 2013

Sin Título XVI

Con una cuchilla puntuda
incar el pecho y escarbar
hasta llegar a las pasiones ocultas
y ahí tirabuzonear como atornillando
arreglar ese pecho hasta saber
y extirpar las causas y razones.


Se aliviarán los síntomas pero
a qué precio; supongo,
habrá que ver.

No va a ser la primera vez,
eso seguro, pero no quita
que sea algo nuevo,
aunque igual.


Y es que... se ve cada vez
más raro el mundo éste,
y no sé sino sea, de tanto
andar tirabuzoneandose el pecho.

Porque sino son las mientes
quienes distinguen,
será el corazón a fuerza,
quien con grito inequívoco
ponga en evidencia quién es
sueño y quien realidad.

Pero si se lo malcuida,
se lo usa para apagar pucho,
limpiar mesa,
sostener ventana,
y demás


yo no sé, me aburría.
Y ahora ando medio confundido,
sobre si volver o seguir, no sé
bien dónde me estoy metiendo.

Rompí la brújula, y de las estrellas
no se demasiado, así que...
Acá ando con lento paso,
nervioso de patiar alguna esquina
con el dedito del pie, no sea que para colmo..

Aunque la verdad no
me puedo imaginar muchos
colmos, lo cual es raro;
colmos... hay muchos.