martes, julio 17, 2018

i was being selfish
i wanted to procreate myself
but then i remembered
we are but tiny pieces of life


We are but tiny pieces of life
even if all of human kind got
wiped away. Even if that
and even more, happened.
Even if all of life as we know it, came to
an end.

Even then, life, everything
would go on. Would and will
find its way. Into eternity.
Eternity.

Eternity. That vast and unconscionable thing,
simply God. The unexplaniable, the unreachable.
The imposible and the inevitable.

How are we to be under these circumstances.
Logical beings, that are impossible(unable) to achieve absolute logic.

I want to bite. I want to eat.
I want to contaminate.

I want to spread.

sábado, abril 09, 2016

Sin Título XVIII

You know sometimes I think there is just nothing more for me in this world. But then again, I spent most of my time inside my room on my computer.

lunes, marzo 21, 2016

collar

Hace unos años mi vieja me regaló un collar. Lo compró en la feria de pulgas, donde los hippies de la nación exponen sus artesanías y las intercambian por unas monedas.
El collar estaba bien, bastante bien. Pero cuando me lo puse, al verlo en mí, me sentí ridículo. Había algo de flacucho usando musculosa que no cuadraba entre ese collar y yo. No eran los músculos, sino alguna otra cosa, que se podría decir me faltaba para llevar el collar con dignidad. Me avergoncé de mí mismo y me lo quité, no volví a usarlo.

Pasaron algunos años de este regalo, y a mí vieja le llegó la hora. Que en paz descanse, ya no está entre nosotros. Quizá hice una entrada al respecto quizá no hice ninguna. Da más o menos lo mismo, digamos que nadie puede entenderme, salvo quien me entienda, y quien lo haga no necesita que se lo explique. Así que los que entiendan, hagan una pausa y conéctense con el sentimiento que acredita lo que acabo de decir.

Pausa aparte. Pasaron algunos años luego de esto;  un día me encontraba acomodando mis trastes para mudarme de una vivienda a otra, cuando me encontré con este collar, la sensibilidad de mi ser me llevó a usarlo. Era un regalo de ella, no importaba cómo me quedara. Lo usé y no pensé mucho en ello.

 Me lo probé y al verme, esa sensación de extrañesa se había perdido: el collar me quedaba perfectamente. Me observé largo rato, estaba bastante bien. En realidad, mi apareciencia había mejorado bastante.

Hay dos explicaciones que encuentro factibles para este hecho, siendo la primera la más aburrida, y la segunda la que yo realmente prefiero acatar.

Digamos que mi mente, órgano de infinita complejidad (como cualquier mente...), se vio alterado y afectado por el regalo recibido, proviniendo de tan alta autoridad moral, se dejó influenciar. Acató el comando y pasados los años, fue formando mi cuerpo de forma tal que un día, al utilizar el collar, se sintió cómoda en él. Bueno, esto es sumamente posible, y aburrido.

La opción alternativa, la que más me gusta, es... Que simplemente cuando mi madre vio el collar, encontró un no sé qué en él, y supo a ciencia inexacta, que ese collar iría bien conmigo. No importaba quien era yo en aquel entonces, ella como madre que era, conocía mi ser en esencia, y sin falta, ese collar iría bien conmigo, llegado el momento adecuado. El momento llegó como 5 años después.

Curiosidad I

Soy la clase de hombre que se va a dormir con un cigarrillo en la mano.
No porque quiera morir ardiendo. Sino más bien por curiosidad.
Me da curiosidad saber qué se encontrará allí, entre las llamas
que nacerán en mis sueños, y las llamas que habrá en este otro sueño,
al que llamo realidad.

Me da curiosidad pensarlo. Qué clase de epifanía aguarda a quien tenga por destino tal fin.
Pero a la fecha, sigo despertando con tranquilidad...

jueves, diciembre 17, 2015

Imaginación I

La imaginación. La capacidad poseída por los entes pensantes para conjurar imágenes dentro de sus mentes. ¿Cualquier imagen? No. La mente se vale de lo conocido para establecer nuevas figuras. Utiliza la experiencia para dar vida a aquello que aun no conoce. Y por medio de su imaginación, comprende la posible existencia de una nueva cosa. 
La gran capacidad que otorga la imaginación entonces, no es imaginar lo inimaginable, sino en cambio, revelar la posibilidad de una verdad aun sin descubrir. Pero aun las verdades más innegables, en un momento determinado, aparecieron por vez primera en el imaginario de un ente pensante. 
Esta capacidad, es quizá el regalo otorgado a quienes dieron por vez primera significado a cosa alguna que nos rodeara. Sin embargo, dónde fue este momento, escapa al comprendimiento de quien habla. ¿No será tal vez, la capacidad de una mente pensante, el imaginarse, aquello que otorga principio a todo lo que pueda ser? Al menos, es comprensible decir que sin poder imaginar el entorno, difícilmente se pueda percibirlo; comunicarlo a esta mente pensante. 
Antes que un ser pudiera comunicar a otro ser cosa alguna, uno de ellos imaginó aquella posible comunicación. Entonces su imaginación, le mostró el camino. 
La imaginación arrastra, seduce. Imaginar correctamente satisface, imaginar erroneamente atormenta. La imaginación espanta, ahuyenta.

lunes, noviembre 23, 2015

la cerveza I

La cerveza es un líquido normalmente dorado que emana burbujeante placer al ser ingerido. Su principal calidad es la de entorpecer la mente, por sobre todo las funciones inhibidoras que nos impiden comportarnos como totales imbéciles. O sea: imbecilmente.
Aparte de eso es muy atractiva y se vincula culturamente con el éxito y la amistad. Lo que me hace pensar que la amistad y el éxito tienen relación intrínseca con la estupidés. Al menos debo decir que toda la gente exitosa que conozco es estúpida, y todos mis amigos son estúpidos (aunque ninguno de mis amigos es extisoso). Yo mismo también soy bastante estúpido aunque no soy ni exitoso ni amistoso.
Aparte de eso, cuando una chica nos dice que no nos quiere tanto como nosotros la queremos, entonces sucede que mucha cerveza se vuelve necesaria para sobrevivir. Sobrevivir es el acto de permenancer respirante en la cotideanidad humana, bebas o no bebas cerveza. Aun así sobrvives.


Personalmente, bebo porque cuando doy un par de sorbos, ese burbujeante placer me indica que si continuo bebiendo,al final de alguna botella o de algún trago cualquiera encontraré una verdad inesperada. Que me hará distinguirme entre los simples mortales. La verdad es una de las cosas más adictivas. Además, la verdad tiene unas tetas zarpadas.



Caminar o saltar

De pequeño, cuando aun no era mucho más grande de lo que vos sos ahora, me gustaba mucho saltar. De hecho, me pareció que nadie podía saltar como yo. No porque saltara muy alto. Sino porque simplemente saltaba. Y podía ver al rededor, cómo no todos "simplemente saltaban".
Pensé que saltar era lo mejor. Y entonces sólo me dediqué a saltar. Luego me cansé de saltar, y me quedé mirando a todos los que no saltaban, tomar caminos, y empezar a caminar.
Yo podía llegar donde quisiera, saltando. Claro que sí. Caminar había sido siempre tan aburrido.

Claro, es muy emocionante, saberse un salto en potencia. Claro, es emocionante, permanecer quieto, y observando. Esperando que alguno salte, para saltar a la vez.

Me pregunto igual, si voy a saltar otra vez.

tira y empuje


El mundo es crudo hoy. Hmm. Recién en el taxi de vuelta, pareció que casi me roban. Una moto con dos muchachos encima, nos iba al lado de manera amenazante... Luego, no pasó nada. Hubo comentarios de por medio con el tachero, que era un muchacho más joven que yo aun.
La situación me dio mala espina, y siendo sinceros, pareció que efectivamente iban a robarme, pero por una u otra casualidad de la vida, el hecho terminó en un viaje seguro  a casa. Debo decir, que tal vez sino hubiera sido yo el pasajero, la situación hubiera terminado de otra manera.

Entonces. El mundo es cruel. Si no era yo, y era una chica, jovencita, qué sé yo. La vida hubiera sido tan cruel; y nadie al alcance de la mano para impedir la crueldad, para refrenar el impulso del hermano enloquecido.

Y si el mundo es tan cruel, cuál es la actividad correcta de un humano cualquiera. Porque siendo sinceros, tampoco es que yo sea un humano específico. Más bien, soy yo, viviendo todos los días junto a todos estos otros yo, que sin quererlo, se van volviendo locos o qué sé yo, y hacen crueldades a los hermanos, que en el fondo, no somos mucha más cosa que esa.

Pero bueno, la verdad, es que no solamente hacemos eso nosotros. Vivimos en un universo cruel, donde el equilibrio demanda su lugar, al costo de todo. Tirando de allá, hasta que no haya ni acá ni allá, y sea un todas partes...

Un universo que busca el equilibrio no puede ser llamado cruel. Claro, existe su patrón que de seguirlo al pie de la letra, viviríamos en una armonía de equilibrio permanente. Pero habiendo tantas voluntades... El resultado es este torbellino que llamados realidad.

Nos empuja ésta, nos tira aquella, nos empuja la otra, nos contiene la última. Así en un arrastre permanente, crecemos y nos volvemos personas. Personas capaces de crueldad, y de bondad.

La crueldad tiene su lugar, por supuesto. Es necesario ser cruel, que es, en términos sencillos, quitar algo que otro aprecia. Podemos reducir su cuota, podemos detenerla, y podemos inventirla inclusive.
La bondad, funciona de esta manera, también. La bondad otorga, la crueldad toma.
El calor es bondadoso, el frío es cruel.

Allí donde no hay nada que dar, ni nada que tomar, no existe la bondad ni la crueldad, allí es donde se encuentra el equilibrio.
Pero más que un estado, es una perspectiva. En el correr de un río existe esta eterna lucha entre la bondad y la crueldad. Pero al verlo de lejos, se puede ver como el río corre inintirrumpidamente, en equilibrio. De hecho, hasta sus permanentes crecidas y sequías pueden ser observadas a la distancia, y encontrar en ellas su equilibrio.
Es tal la naturaleza del universo.

Es tan en el corazón de este torbellino que sucede la existencia de quienes hoy podríamos leer estas palabras, que nos es difícil comprender y aceptar esto. Se nos explica desde muy pequeños, pero con palabras que no dicen lo que quieren decir. Nos hablan de ciencia, y de cosas que se encuentran lejos, y a la vez cerca.

En su mayoría, preferimos existir sin contemplarlo, ya que no entender este equilibrio, produce un dolor que no deja de doler.
Quien nos diera la vida, la quita también, a veces bruscamente, a veces gentilmente. Pero para aquellos atrapados en la corriente de la vida, nos parece siempre tan brusco...





Sin Título XVII

Hoy quise entrar al blog y sin querer escribir labostadelfaro. Fue gracioso, me reí en voz alta. Pensé inclusive que tendría que ser el nombre verdadero del blog.
Siempre que el tiempo transcurre, todo lo que hicimos se transforma en algo lamentable. Bueno, lo digo como si fuera una regla general, pero es posible que me pase a mí únicamente.


lunes, junio 15, 2015

-¿Alguna vez te pusiste a pensar, que...- hizo una pausa, porque aun no sabía lo que estaba por decir, su atención divagaba aun cuando su mente ya había hilvanado un pensamiento -todo lo que sentís sea la sensación de otro que no sos vos?- y mientras formaba la pregunta, nacía la respuesta de sí, pero más rauda su mente otra vez, volvía a embestir, presentando contrargumentos.
-Bueno, eso en consideración de que Dios sea alguien y no algo; o más bien: algo y no nada. - pero raudo, se atajaba su conciencia, impidiendo el divague -Bueno, no nos desviemos del tema. La cuestión es que si, comer una papa frita produjera esto y golpearse el dedo chico produjera aquello, en determinado momento fue la elección de alguien, entonces qué; auque ese Dios fuera universal y, amoral y, eterno y, qué sé yo, de todas formas, se dijo una vez: el azucar endulza, la sal sala. Y fue la realidad.
Y hubo que aguantársela.-