La realidad como un acto único en un instante determinado, reflejada en cada ser, en cada momento, en cada acto y pensamiento; más aun, sus seres, momentos y pensamientos, reflejados en el universo.
Ser parte ineludible de ese universo, como una hebra energética que se retuerce pensándose libre, cuando en realidad cada uno de sus mínimos espasmos no es más que consecuencia de un numero azaroso de reglas físicas.
Un universo en un equilibrio constante, que lucha por perder el sentido, sin perderlo jamás. Ni alcanzarlo. El ser humano en el medio, perdiendo la cordura por esta lucha, apunto de alcanzar la gloria. Sin llegar jamás.
La soledad: saber que cierta esencia de nosotros, no es parte de este universo, y jamás lo será.
sábado, enero 21, 2012
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3 comentarios:
El Heráclito riojano
Buena onda saber(lo) y que "haiga" quien lo recuerda.
Jamás lo será.
Amén
cuan férrea amistad ostentan los camaradas
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