Iba a escribir un cuento de esto que escribí hace unos días. O sea, nunca se hubiesen enterado de esto, porque es pensamiento, y si para algo sirven los cuentos es básicamente para ocultarlos.
Pero después de tanto "la 3? 0,25ctvs", o "25 ctvs la página, aunque por más de diez copias son 20", etc, creo que lo dejo para otro día (eso significa,... uff)
Bueno, igual, les dejo algo, porque ya me enteré de andan frecuentando otros blogs, y me voy a poner celoso eh! =P
Salud ^^
______
Perderse un rato por las calles de una ciudad que no sea del todo desconocida, pero tampoco la palma de nuestras manos. Perdernos un rato, aunque sea, sólo un rato. Olvidarse educadamente de los asuntos que no nos incumben, acordarnos de estrellas un rato, no pensar demasiado; dejarse caer en el suelo (de ser posible, en la ruta) y con la mano extendida, observar la silueta recortada contra el firmamento, esa forma plástica que tan familiar nos es, excepto ahora, ligeramente estrellada, pero infinitamente ausente, lejana, ajena.
Así, tendidos, con la mano extendida, con las estrellas desplegadas, con la mente relajada, perdernos un rato; olvidarnos educadamente del mundo, no enviarle tarjetas en navidad ni en el cumpleaños, simplemente no recordarlo, no preocuparse, no pensar. Estar solo, solo como un caracol, ciego por torpeza. Tal vez así sea perderse un rato, tal vez así realmente estemos perdidos, durmiendo en el asfalto, indiferentes de la vida, y aun más, de la muerte.
Comprendernos un rato como silencio; como cuerpo tendido, como ser que no se proclama, simplemente se tiende y es. Perdernos un rato, olvidarnos (también acá educadamente) de que siempre hemos sido (y siempre seremos) personas; humanos; hombres; lobos. Olvidados de eso, figurarnos la realidad como una mancha de salsa recién hecha.
Despejar la mente. Perdernos. Olvidarnos.
Relajarse.
Uff
O sencillamente, y sólo para variar, olvidarnos (aun educadamente) de que estamos muertos, y fingirnos (sólo un rato) vivos. Escépticos como siempre dirán: “imposible” o falacias tales, pero vamos a ignorarlos (esto, ya si quieren, lo pueden hacer sin educación) y proceder. Primero dejar de sentir el infinito que nos separa, nos aleja. Dejar de creer que todo es divisible, dejar de pensar que alcanzar es una utopía, que la única oportunidad es acercarse, y gracias. Es el primer paso, aunque sea lo último descubierto, o más bien, por esto mismo: Hay que desandar pasos. Olvidado esto, desaprendido y descognocido, negado (prácticamente hablando), dejarse arrastrar hacia la persona más cercana, dejarse arrastrar como lo hacen los cangrejos cuando tratan de huir de la realidad, y el mar les da unas alas ilusorias (pero… cómo se divierten), dejarse sentir y empezar a sentirse también (…)
Fingirnos ahora personas, sonreír un tanto (nada de falsedades, que salga del corazón), perdonarnos viejas penas, tirarlas por la ventana (aunque atadas a un hilito, cuando todo el proceso termine las necesitaremos de vuelta) y ahora sí (por fin) encontrarnos de frente con la mirada de esa persona más cercana, y (plagiando un poco, aunque sabrán perdonarme, yo sé) uniendo frentes como idiotas, jugar un rato al cíclope: De ahí, que sea lo que Dios quiera. En otras palabras, quizá más mías, quizá menos otra cosa, resumiría: Olvidarse de la pavada…; ser.
Pero después de tanto "la 3? 0,25ctvs", o "25 ctvs la página, aunque por más de diez copias son 20", etc, creo que lo dejo para otro día (eso significa,... uff)
Bueno, igual, les dejo algo, porque ya me enteré de andan frecuentando otros blogs, y me voy a poner celoso eh! =P
Salud ^^
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Perderse un rato por las calles de una ciudad que no sea del todo desconocida, pero tampoco la palma de nuestras manos. Perdernos un rato, aunque sea, sólo un rato. Olvidarse educadamente de los asuntos que no nos incumben, acordarnos de estrellas un rato, no pensar demasiado; dejarse caer en el suelo (de ser posible, en la ruta) y con la mano extendida, observar la silueta recortada contra el firmamento, esa forma plástica que tan familiar nos es, excepto ahora, ligeramente estrellada, pero infinitamente ausente, lejana, ajena.
Así, tendidos, con la mano extendida, con las estrellas desplegadas, con la mente relajada, perdernos un rato; olvidarnos educadamente del mundo, no enviarle tarjetas en navidad ni en el cumpleaños, simplemente no recordarlo, no preocuparse, no pensar. Estar solo, solo como un caracol, ciego por torpeza. Tal vez así sea perderse un rato, tal vez así realmente estemos perdidos, durmiendo en el asfalto, indiferentes de la vida, y aun más, de la muerte.
Comprendernos un rato como silencio; como cuerpo tendido, como ser que no se proclama, simplemente se tiende y es. Perdernos un rato, olvidarnos (también acá educadamente) de que siempre hemos sido (y siempre seremos) personas; humanos; hombres; lobos. Olvidados de eso, figurarnos la realidad como una mancha de salsa recién hecha.
Despejar la mente. Perdernos. Olvidarnos.
Relajarse.
Uff
O sencillamente, y sólo para variar, olvidarnos (aun educadamente) de que estamos muertos, y fingirnos (sólo un rato) vivos. Escépticos como siempre dirán: “imposible” o falacias tales, pero vamos a ignorarlos (esto, ya si quieren, lo pueden hacer sin educación) y proceder. Primero dejar de sentir el infinito que nos separa, nos aleja. Dejar de creer que todo es divisible, dejar de pensar que alcanzar es una utopía, que la única oportunidad es acercarse, y gracias. Es el primer paso, aunque sea lo último descubierto, o más bien, por esto mismo: Hay que desandar pasos. Olvidado esto, desaprendido y descognocido, negado (prácticamente hablando), dejarse arrastrar hacia la persona más cercana, dejarse arrastrar como lo hacen los cangrejos cuando tratan de huir de la realidad, y el mar les da unas alas ilusorias (pero… cómo se divierten), dejarse sentir y empezar a sentirse también (…)
Fingirnos ahora personas, sonreír un tanto (nada de falsedades, que salga del corazón), perdonarnos viejas penas, tirarlas por la ventana (aunque atadas a un hilito, cuando todo el proceso termine las necesitaremos de vuelta) y ahora sí (por fin) encontrarnos de frente con la mirada de esa persona más cercana, y (plagiando un poco, aunque sabrán perdonarme, yo sé) uniendo frentes como idiotas, jugar un rato al cíclope: De ahí, que sea lo que Dios quiera. En otras palabras, quizá más mías, quizá menos otra cosa, resumiría: Olvidarse de la pavada…; ser.
3 comentarios:
Por un moemnto quise decir "uff" y dejar de leer porque era bastante largo y el fondo es negro, pero al final tome fuerzas y termine de leer. Me gusto bastante, aunque te confieso que lo que escribiendolo asi yo (o cualquiera) iba a poder saber que pensabas, cosa que no hubiera ocurrido si lo hubieras hecho cuento, no se muy bien que es, o si, o no...o no se, pero igual da igual
(mi comentario se dio cuenta de su propia inutilidad mas o menos desde que dijo "por el momento"
Poeta
Antipoeta
Culto
Anticulto
Animal metafísico cargado de congojas
Animal espontaneo sangrando sus problemas
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Me parece que es un fragmento del poema Altazor, de Huidobro, pero también puedo haber entendido mal =P
Prepara la carpa que alla vamos!!!! (?)
Lindito ^^ ojala se pudiera no??? tan simple como vos lo escribis..
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