viernes, diciembre 01, 2006

Ortencio


Un día, Ortencio (la tortuga), descubrió que se podía parar. Pero ese mismo día descubrió que si se paraba, uno de los ojos se le iba volando.
Luego, se suicidó en una crisis sobre su orientación sexual. Se preguntaba: ¿por qué si me llamo ortencio soy la tortuga, y no el tortugo? ¿Por qué mi dueño no me puso un nombre afín a mi sexo, o mi dios no me hizo del sexo adecuado a mi nombre?
Pobre Ortencio; pero se divertía.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

pobre, la verdad q lo compadezco.
q feo jaja

Anónimo dijo...

jajajaj qué asco el ojo... :P

María Velasco dijo...

yo tengo tambien una tortuguita...pero no se le salen los ojos XDDD
Besos Farillo

Muñeca dijo...

Conozco una nena que a sus gat@s le puso Guido y Lila, pero se cree que tienen los sexos cambiados.
Yo cuando los llamo les digo Lo Gato. jajaja trato de relacionarme con su esencia pareciera.

Un abrazo de una humana que se para y se le sale el corazón. Pero no por eso se va a suicidar. Aunque también tengo la causa de que mi nombre no es el que yo me hubiera elegido... pero ya lo acepté. :)

Anónimo dijo...

Me parece horrible =S puaj tengo 4 tortugas y espero que a ninguna se le ocurra cometer tal acto de barbarie...

María (Letras) dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAAAJAJAJAJAJAAJAJAJA
(L)
(L)
(L)


(No me gusta que haya otra María y que haya tenido la mala idea de poner simplemente María en un espacio donde nadie usa su nombre, o al menos todos le agregan haches, acentos al revés, kaes y stuff de ésas).