sábado, septiembre 29, 2007

Matilde

A la mañana encontraron la carta con todos los datos explicativos del hecho. Lo que allí decía lo entendieron pocos, y los más confundidos fueron los aludidos. Lo peor, ella estaba muerta y ya no podía explicarles nada.

A los padres les dejó dicho que sabía muy bien que les debía la vida, sin embargo, se le hacía imposible ahora devolvérselas.

A su hermano le informó que era él lo más cercano, en esta vida, que tuvo a un padre. Lo irónico fue que para él, ella había sido lo más cercano a una madre que pudo tener en esa vida.

Mencionó luego distintos amigos, muy pocas amigas (en realidad) y amantes. Destacó uno, diciéndole: “Hubiésemos sido muy feliz, lo sé muy bien; pero se me agotó la mecha antes de tiempo. Quizá, de haberte encontrado unos meses antes”. Al sujeto en cuestión se lo vio poco tiempo después, cerca de los arrecifes de San Andrés; se informa que arrojó dos objetos pequeños al mar, presuntamente resplandecientes, aunque difícil garantizar, dada la puesta de sol que nublaba la vista del testigo. Se lo ha tachado de cómplice, aunque luego de distintas indagaciones no se pudieron reunir las pistas suficientes.

Dicen los allegados que Matilde gustaba de los paseos largos y las plazas desocupadas. El florista de la cuadra nos hizo llegar que no pasaba semana sin que ella se hiciera con dos jazmines. Así mismo, el heladero de la calle Independencia, nos cuenta que “un par de veces me pidió un helado de vainilla, para después tirarlo al tacho sin darle ni una probada”.

“Era una persona extraña, pero jamás pensamos que fuera a hacer algo tan extraño”, dijeron sus instructores de pilates. A simple vista, nadie pudo entender a Matilde, ni antes, ni después.

Lo cierto es que ya no la tenemos y la vamos a extrañar.



___________________

Ando con ganas de escribir algo medio diferente, que no sea ni tanto esto que hago ahora (que no es nada realmente) pero tampoco que sea lo que hacía antes. Algo como.... no sé. Algo como "escribir de verdad".
Ya veo qué pasa.

Gracias por leer, un saludo =)

sábado, septiembre 22, 2007

Descripción VI

El problema es que vos pensás que todo eso que hacés está bueno. Que todo eso en lo que tanto tiempo invertís tiene algún valor, en un nivel metantropológico o algo por el estilo. Como si te acercaras a ser un satélite, un planeta, una estrella, un ángel o un dios (o Dios mismo, en tus peores días).

Ni te gastes en decirme que no. Se nota a la legua. En tus ojos se nota, ese brillo tan peculiar que te define como una hija de reputa. Te marca no solo en la mirada (aunque sí fundamentalmente) sino en toda tu persona: desde tus gestos más naturales hasta esos que tenés bien pensados, esos que bien sabés lo que provocan en todos (o al menos en mí); como esa manera tan atorrantona que tenés de mirarme de reojo, fingiendo que lo que buscás es quedarte bisca y no perderte en la inmensidad de saberte una conmigo; de saber que me amás a pesar de, o justamente por; en fin, quedarte bisca, y no lo otro. O cuando vamos caminando caminos distintos y nos encontramos en la esquina sin querer, y vos tropezándote conmigo aprovechás para apoyarme la mano en el pecho (justo un par de pelos a la izquierda) cosa de que pasen cosas, entre vos y yo, entre mi corazón y tu mano, tu alma y mi alma, unidas por un tropezón inocente que vos transformás en un choque obsceno de maniobras predeterminadas, de funciones específicas y cálculos milimétricos. Porque no lo soportás, no podés aguantar el hecho de que en realidad son nuestras almas las que se encuentran y no nosotros; sos terrible.

Un monstruo social.

Por eso te digo, o me decís vos: que o soy medio imbécil, o vos estás más allá del bien y el mal.



______



En realidad no sé si era esto lo que quería escribir, o sea, empecé medio pensando que era esto pero al final no estuve tan seguro. IGual en realidad prefiero más escribir esto otro, esta pequeña casipseudoaclaración, porque casi parece que me acerco más a ustedes (sean quienes sean ustedes, que a lo mejor es más un vos que un ustedes) y casi casi que me siento mejor :S.



jajaja, salud =P

lunes, septiembre 03, 2007

Romper algo

Romper algo.
Lo que sea. Algo.
Tal vez de todas las cosas que hay, podemos romper una.
Rompamos algo que no sea nuestro, algo que alguien se haya olvidado, que haya tirado o perdido, algo que alguien piense que ya no necesita o a lo que no le presta últimamente la atención debida; rompamos eso, así damos una lección, así pasa algo y cambian los rumbos de los vientos. Rompamos algo que esté escondido (primero hay que buscar y después romper), algo que sea valioso para otro alguien, algo regalado o encontrado en el momento oportuno, algo que ate a una persona, que le impida empezar vuelo porque tiene eso que tanto le importa, eso tan escondido, tan bien guardado: rompámoslo, total, así liberamos a alguien. Rompamos algo que alguien haya hecho, que le haya costado infinito esfuerzo, en lo que gastara incontables horas, algo que fuera invaluable para ese alguien; lo rompamos en mil pedazos y se los tiremos por la cabeza: "tomá, salame, no valía nada", rompemos de paso un alma. Rompamos ahora algo que se nos regalara en algún momento: un recuerdo, un corazón, un propósito, un algo; algo que nos diera quizá la persona que más nos importa en la tierra, rompámoslo y esparsámoslo por el mundo, que no queden ni dos trocitos juntos. Rompamos también eso que hicimos nosotros, eso que creamos con amor, con esfuerzo y dedicación, eso que hicimos porque lo queríamos, porque si no nunca iba a ser nuestro: eso que nos regalamos a nosotros mismos; lo rompamos, para que así tengamos que volver a la búsqueda: redescubrirnos, para que todo vuelva a empezar, un poquito. Rompamos por último, aquello que más nos haya costado en la vida y se lo regalamos a la persona más importante; lo hagamos bolsa, pedazos, mierda: que no quede nada; es dos veces romper, porque primero lo regalamos, luego lo quitamos, luego lo hacemos pedazos.
Lo rompamos todo, un ejemplar de cada uno: un arca de Noé.
Lo rompamos todo, a lo mejor así al final nos curamos un poco de tanta rotura interior.
Y si no, es porque estábamos más cagados de lo que pensábamos.