martes, mayo 09, 2006

Dudaba

Yo encontré a esta fea mujer acostada, semidormida, y la empecé a besar. Pero la besaba con violencia obscena, estudiando todos los recovecos de su boca con mi lengua, sintiendo como el asco se infiltraba por mi garganta, se apoderaba de mi estómago y luego, con velocidad de diástole/sístole, se esparcía por todas mis venas. Y sin embargo yo permanecía impávido, y continuaba con la tarea con precisión metódica.

Fue entonces, cuando de reojo, vi tu sombra que se asomaba por la esquina, y a pesar de estar seguro de que vos aun no me habías visto, de que no tenías idea siquiera de que yo estaba allí, ni mucho menos de lo que estaba haciendo, una vergüenza infinita, como un calor asfixiante, se apoderó de todo mi ser. Y escupiendo prácticamente a la mujer que antes besara, salí corriendo tras de vos, usando todas mis fuerzas para alcanzarte, pero con el resultado infértil de un sueño; mis piernas siempre unos metros más lentas que las tuyas, que huían de quién sabe qué bestia, aunque yo tuviera la sospecha, de que esa bestia, era yo.

Y en la carrera frenética por alcanzarte, imágenes que yo sabía eran terribles, pero que en el momento no podían importarme menos, se precipitaban a diestra y siniestra. Niños siendo mutilados por bandas de degenerados, mujeres muertas con mocosos desvalidos, desamparados muertos de hambre, y Dios sabe que no quiero recordar ahora mismo qué más, pues no podría, en este momento de conciencia, aguantar el espectáculo.

Y así llegué finalmente a un callejón muerto, sin salida alguna, y tu sombra que largamente perseguí, estaba ahora desvanecida, pensé que tal vez te habías filtrado entre los ladrillos de la pared, porque siempre habías sido un poco como eterea. Pero fue un pensamiento fugaz, tan fugaz, que ni a pensamiento llegó.
Desperté entonces, y con los músculos aun tensionados, sintiendo con mi lengua las yagas que en sueños me había hecho en las encías por friccionar los dientes, supe, sin dilación alguna, lo que tenía que hacer, y no dudé ya.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bien te describes... sin ninguna duda eres tu... lo haces siempre... supongo que todos lo hacen... en fin.. este si lo entendí.. o por lo menos le encontré el sentido...

Anónimo dijo...

QUIERO SABER YA QUE ES LO QUE NO DUDO EN HACER!!!!!!!!!!!!!!
Me gusto mucho Farito, la comparacion con el sueño me encanto!!!!!
muackis

Anónimo dijo...

creo que todos nos preguntamos qué es lo que no dudo en hacer ^^

Muacks Farito
P.D.: más te vale que estés cuidando a la pekeñita verde ¬¬

Juan Pablo Alvarez dijo...

estem...yo no entendi nada, pero creo que me lo meresco por hacer yo tambien cosas incomprensibles...

O capaz que si entendi, aunque lo que no entendi a mi entender (je) es quienes son los actores...igual me gusto

Ma' ii dijo...

buenísimo, la verdad, Andrés.

Anónimo dijo...

Muy bueno Farillo.....me encanto...sutil descripcion ^^

Princesa Dariak dijo...

Despertar con los dientes apretados, y respirar... sabiendo que fuè un sueño...
Es màs, tener la certeza de saber que debemos hacer en nuestra realidad...
Un muy buen texto, Faro... muy bueno.

Saludos.