sábado, agosto 26, 2006

Charla

Hoy me contaron de este libro donde un cura misántropo tiene interesantísimas charlas con Jesucristo; admito que lo descubrí no sin cierta envidia: Yo siempre intenté hablar con ese hippie simpático, pero nunca me respondió.

Luego de hojear un par de páginas, descubrí que Jesucristo tiene acento español, imagínense mi desilusión: Siempre pensé que era un toque más argentino. De todas formas, sobreponiéndome a esto, seguí con la lectura., aunque, un par de páginas más adelante, me di cuenta de que lo que quería en realidad era hablar yo mismo con el flaco. Y como escritor que soy me dije: Sino podés conseguirlo, inventalo. Así que…
-¿Hablás de mí?- me interrumpió Cristo.
-Sí, sí, justamente- respondí –le contaba a mis lectores de este libro en el que te entrevistaste con Don Camilo.
-Ah… pero- dijo, haciendo una ligera pausa para recapitular –Ese no soy yo, sino ese doble que tenemos todos los famosos y que sale a hacer todas esas cosas que no nos animamos.
-¿Cómo…?- pregunté yo confundido.
-Sí, sí, lo que oís, ya dijo el Colombiano: Hay suelto en el mundo un Yo que se atreve a hacer las cosas que nosotros, por vergüenza o moral, no hacemos. Por ejemplo, su primer aparición (la del mío) fue en el Apocalipsis… Si lo pensás ¿Cómo voy a ir durante todo un evangelio hablando de paz y amor, para al final llenarme la boca de espadas, los ojos de fuego y proclamar la guerra y la destrucción?
-La verdad, no lo había pensado- mentí.
-No te hagás, si hasta tenés cara de inteligente.
-Bueno, no importa, volvamos a lo que me estabas diciendo: Entonces ¿El que habla con Don Camilo…?
-Exacto, campeón- replicó –Es un fake, fijate si yo voy a concederle entrevista personalizada a ese tal Don Camilo, con la cantidad de papeleo que tengo; encima acabo de volver de Saturno con mi viejo (estuvimos haciendo unos hoyitos, no sabés el campo de golf que tienen), y tengo una tonelada de laburo.
-Que te lo haga el doble…- le batí yo.
-Sí…. Ta’fácil, andá’ponelo a laburar a ese, tenés que ser mago.
-Pensé que vos podías hacer cualquier cosa.
-Ja…- respondió, y después de eso no pude sacarle una palabra más.

Me quedé entonces pensativo y cavilante; las palabras de Cristo me rondaban la cabeza como sabuesos acechantes de la razón, listos para saltar sobre una verdad fulminante y traérmela como trofeo de caza. ¿Cuántas veces habría hecho acto de aparición aquel osado doble? Mirándolo así, admití en ese momento, que la historia tenía mucho más sentido, y pensé en muchos otros que habían padecido la misma suerte. Cuánta polémica en torno a la Retórica de Platón, cuántas dudas sobre su autor. Y cuánto más normal es en estos días, que vemos a los eminentes representantes del pueblo hacer declaraciones totalmente opuestas, no un año, sino un día después; claro: Pobres, con tanta opinión suelta es imposible que lleguen a un acuerdo con sus dobles.
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“Mi otro yo” de García Márquez, aparecido en 1982 y recopilado en Notas de Prensa (1991). No pude encontrar el texto en Internet =P, pero tienen o pueden adquirir ese libro, recomendado.

El Don Camilo del que hablo es de
Giovanni Guareschi, y aunque yo lo leí en un libro específico, también son como notas de prensa. No me acuerdo ahora el nombre del libro, pero si les interesa lo subo más tarde.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El libro se llama "La vuelta de Don Camilo" pero es la segunda o tercer parte de la historia original y cuenta las trifulcas entre un alcalde comunista y un cura... esta la peli para los vagos que no gustan leer =P

Juan Pablo Alvarez dijo...

ahhh...si, yo la vi a la pelicula, pero igual creo que son varias

(en serio)

Anónimo dijo...

Costó bastante esta dirección y es ganancia tenerla.
Ahora entiendo varias cosas; nunca le creí a Sábato que nuestra existencia era una pesadilla de Dios, así que esta explicación me simpatiza mucho más...