martes, septiembre 19, 2006

Sin Título II

Sé que están ahí.

Me rodean, desparramados por toda la pieza. Algunos se mueven con pasos mudos, erráticos y nerviosos; otros, los menos, se quedan quietos, mirándome fijamente, temblando por una suerte de conmoción horrorosa; éstos son los peores. No abro los ojos, no me atrevo: también están en el techo.

Me quedo quieto, no quiero que me escuchen mover, que sepan que estoy despierto; no sé qué podrían hacerme si lo descubrieran. Me duelen las articulaciones, el peso de mi cuerpo me hunde en una suerte de ingravidez y, en ocasiones, me creo girando, arrastrado por fuerzas siniestras, atraído hacia ellos. Incluso llegué a pensar que aun siendo lo diminutos que son, podrían cargarme, llevarme lejos y hacerme desaparecer.

Sé que me observan, que pueden verme aun en la negrura que me rodea. Yo no, ni siquiera lo intento, mantengo los ojos apretados. Pero me los figuro, de pie, rodeándome, colgando del techo con sus enormes sonrisas tan llenas de dientes, tan luminosas, que me impiden conciliar sueño alguno.

A veces, si aguzo el oído lo suficiente, puedo oír sus risas imaginarias, imperceptibles, cómo se les escapan por los ojos como el pus que huye por la herida abierta. Sin embargo ningún sonido real irrumpe en la noche, hasta que escucho la gotera del baño. La canilla que dejé mal cerrada, esa que revisé tres veces antes de acostarme. Yo sé que en realidad fueron ellos, que se arrastraron como babosas, que se pararon unos encima de otros, que alcanzaron el lavabo, que se tomaron las manos y juntos se hicieron una mano enorme, que apretaron y luego, con precisión milimétrica, la aflojaron lo suficiente; pero prefiero pensar que no, que fui yo, que ellos no pueden llegar a tanto. Pero ahí está: tuc, tuc, risitas; tuc, tuc, risitas.

Tengo que cerrarla o volverme loco. Ellos lo saben, la abrieron para que yo me levante, para que abra los ojos y me encuentre con los suyos, con las filas interminables de dientes, con sus cabecitas todas giradas hacia mí como girasoles, como dedos que señalan en una ejecución. Aunque es cierto, sólo hace falta que mantenga los párpados bien apretados, esperar a que el sol se decida a salir y ellos se irán, yo me dormiré y todo terminará. Pero es imposible ignorar aquel tuc, tuc, a pesar de las risitas, a pesar de sus ojitos luminosos, o tal vez, precisamente: por éstos; una especie de hambre mórbida me fuerza a ello, como esos autistas que no pueden evitar martillear la pared con sus cabezas hasta que éstas hacen plop.

Por eso me rindo; abro los ojos en un arrebato de violencia y ya puedo figurarlos saltándome encima, devorándome la carne, royéndome los huesos, deleitándose con los jugos de mis ojos. Pero nada hay: con los párpados abiertos me encuentro con la desnudez del techo. Un sudor frío me ahoga los poros, el corazón bombea con fuerza y me laten las sienes. Lentamente saco los brazos de las colchas, prendo la linterna de mi reloj: nada, se han ido, todo estaba milimétricamente planeado; en el baño la canilla ya no gotea. Me levanto para asegurarme, enciendo luces y aunque no encuentro ninguna señal de su presencia, puedo maquinarme sus diminutas huellas: se fueron por el drenaje, por dónde entraron, no lo sé.
El médico dice que se llama fobia; yo les llamo marabunta
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20/09 Ligeras correcciones, un cambio de palabras acá y allá, nda importante.

8 comentarios:

Ma' ii dijo...

Está muy bueno. La descripción, al principio, llega muy adentro de uno ( por lo menos eso me pasó a mí ).
Sin embargo, hay un problema. Es como si la hubieras hecho demasiado larga y se notara. Quiero decir, está perfecto que sea larga, pero no se tiene que notar. Quizá se nota porque usaste la misma forma de descripción dos párrafos, o repetiste los adjetivos. No sé, fijate. Es como que le saca el terror que tanto vas logrando. Ese tipo de cosas pasa muy seguid oe nlos cuentos de lovecraft.
El tipo te tiene cagado entre las patas y de la nada, pum, te describe demasiado ( o no lo hace, jajaja, pero algo hace demasiado ) y te saca el miedo.
Y, lo mismo con la última oración. Le diste un nombre, marabunta, y como que le sacás la posibilidad de ser cualquier cosa, cualquier terror que nosotros tengamos. Es como que personalizás el terror y lo hacés propio del personaje y de nadie más. O sea, a mí no me dan fobia las marabuntas. No son nada lindo, pero como que "ah..eran marabuntas.." y se me va todo el miedo, entendés?. Inclusive le saca el sentido simbólico. Es como que primero las planteas como algo que no se puede decir qué es, que no tiene nombre, y después lo aclarás. Entonces ya no puede ser, no sé, la codicia, por decir algo.
Si, en cambio, hubieras dicho desde un principio que eran marabuntas, entonces de todas maneras podrían haber simbolizado algo. Pero acá, con la aclaración, es como que matás ese algo.
Igual está muy bueno, te lo digo. La descripción está muy bien lograda ( excepto, en mi opinión, por lo que te dije arriba )

Anónimo dijo...

Aquí te leí por segunda vez y lo único que consigo es cerciorarme más en lo que te dije por msn, así que tendré a suerte repetirlo.
Casi más que el mismo disfrute propio de la lectura, me alegra y me entusiasma la sensación final que me deja sobre el autor, sobre ti: que recuperas el toque sublime -personal- que imprimías a todo lo que garabateabas. Ese deje excelso que le pones no es algo concreto, sino más bien la suma de muchos detalles. Y sabes que me encantan los detalles. Ya te lo dije:
-"...puedo oír sus risas imaginarias, imperceptibles, cómo se les escapa por los ojos como el pus que huye por la herida abierta."
-"...con sus cabecitas todas giradas hacia mí como girasoles..."

Jamás en tu vida vuelvas a mencionar, ni siquiera insinuar que eres pésimo o tienes incapacidad para las descripciones. Con este texto creo que queda de sobra demostrado (y yo personalmente me quedo con los dos ejemplos que te cité).
No me extiendo más, queda todo dicho sumando lo que no te puse aquí y creo que mi impresión es palpable :P



Un saludo




P.D.: Respecto al comentario de Dante, quiero puntualizar que en ningún momento se repiten adjetivos. Quizá solamente "luminoso", pero ninguno más si no me equivoco, así que tal vez fue una impresión tuya (perfectamente) que pareciese largo. De hecho el ritmo es ágil y los párrafos no son densos -tanto en extensidad como en saturación-, e incluso se suavizan con alguna antítesis que otra bastante útiles.

-"...pueden verme aun en la negrura que me rodea (...) con sus enormes sonrisas tan llenas de dientes, tan luminosas..."

Sin embargo, bien es cierto que cada uno lee lo que quiere, así que para eso comentamos, ¿no? ;P

Ma' ii dijo...

jajaja, escuché un PUM, o me parece? xDDD


Lo de los adjetivos es cierto, no los repite. Sin embargo fue esa la impresión que me causo. Como que se repetían escenas o situaciones. No es que fueran densos los párrafos, para nada. Concuerdo con que el pelotudo este describe cada día mejor. Yo quise referirme a que hay un, no sé, desgaste de lo que está pasando, que le saca miedo o sorpresa al texto. No demasiado, sino vagamente, pero que yo noto.
También puede ser impresión mía nomás. Subjetividad en el mundo hay de sobra.

Juan Pablo Alvarez dijo...

mnnnn...que se yo, a mi me gusto =P

Creo que cuando uno lee tiene que ver que el que escribe es otro que uno mismo, y juzgar lo escrito a partir de un criterio mas amplio que el "yo hubiera hecho esto..."
A mi en particular no me parece lento, ni largo; que sea un problema sentir que algo es "largo" no es para nada algo universal, porque la verdad que lees una obra rusa de 700 paginas y quieras o no se "nota" que es larga. Y eso a veces tambien es un efecto buscado por el que escribe. Que se yo
Obviamente si yo hubiese escrito esto no hubiera escrito "lavabo" (jajaja, que palabra que me da escalofrio =P) ni diria "no lo se", sino que diria "no se", pero no creo que se "tenga" que escribir como yo digo y no como andres quiere (en todo caso depende del tipo de cosas que uno quiera comunicar)
Y sobre el tema de decir al final "yo les llamo marabunta" que se yo, queda al criterio de cada uno aceptar si esta señalando, identificando lo que describe, o si solamente le pone un nombre ("yo les llamo marabunta"). Digo, no le quita el "misterio", sino que es otro momento de descripcion, si vos queres, simbolico (no necesariamente "debe ser" marabunta, sino que el autor describe la forma en la que el narrador la representa y la refiere

Pd:...Otra cosa hubiera sido si la frase hubiera terminado asi

"El médico dice que se llama fobia; yo les llamo choripan"

quedaria claramente mejor, y nadie se diria "ahhh...al final eran choripanes". Y el misterio...Groso. en todo caso es lo mismo; tenemos la opcion de creer que eran choripanes efectivamente (mucho mas inverosimiles que las marabuntas), o que son otras cosa.

Pd1: La verdad es que no sabia muy bien que comentar, pero me dio para varias lineas =P

Faro dijo...

Qué problema con este final de mierda:
Angie entendió como yo quise que se entendiera, y de hecho, su ejemplo es clavado lo que yo hubiese dicho si me preguntaran, para mí está bien así, porque como dijo él, la palabra empleada es "llamo" y no "son", o sea, el personaje los define por esa necesidad que tenemos las personas de ponerle nombre a todo, aunque no sepamos qué es.

Inclusive, pensé en aclararlo, poner: "Yo les llamo marabunta, aunque no sepa qué son". Pero pensé que eso era un insulto a la interpretación, la inteligencia y el buen gusto.

Pensé también: Describo otros tantos procesos "automáticos" que hacemos las personas, como el encontrar detallitos en todas las cosas, forzando los descubrimientos para que el hayazgo sea justamente el que buscábamos, y nadie preguntó sobre eso: Si hago el final más claro tendría que hacer también estas otras cosas más claras.

No sé: Le di muchas vueltas, y me quedo con lo que hice de momento. Me parece que el final está bien, que está perfecto interpretar que eran hormigas, aunque no creo que sea eso lo que yo puse en el cuento.

Pero de última: el lenguaje siempre es subjetivo. Cualquier día entra alguien y me dice "qué bonito trata de acupuntura" y yo voy a tener que decir "Sí, no?" =P.

Salud

Santiago dijo...

que copado, trata de acupuntura, no?

Faro dijo...

Sí, no?

Anónimo dijo...

Bueno... dado que los comentarios son mas largos que el cuento veo que has mejorado jejeje
A mi parecer es mejor disfrutar de las historias que realizarles una radiografia semantico-literaria-ortografica-interpretativa totalmente inutil... por lo tanto... mi comentario es : me da cosita que anden esas cosas por mi casa o en su defecto en mi cabeza =S